Reseña
Asesino de Brujas fue una grata sorpresa. Tuve que comenzarlo dos veces para poder leerlo completo, porque cuando lo inicié por primera vez por más que las escenas estuvieran bien conformadas, no lograron atraer mi atención ni hacerme conectar con el libro. De hecho, la escena de la pastelería ni siquiera me causó gracia, más bien me resultó forzada, por lo que me vi leyendo por leer. Aunque debo destacar que cuando la familia real hace su aparición y sucede lo que tiene que suceder, sí me vi inmersa en las páginas. Me gusta la acción, no me escondo.
Sin embargo, cuando lo empecé nuevamente, ya sabía lo que se venía por lo que pasé las páginas sin problemas y proseguí con la lectura... Una buena decisión.
Ignorando mi pequeño percance, el libro es perfectamente aceptable.
La historia se desarrolla en una época medieval ficticia, donde el pequeño e insípido pueblo de Cesarine es gobernado por el rey Auguste y protegido por los chasseurs, una hermandad formada para asesinar brujas. Estas últimas, fueron desterradas por la familia real de su pueblo originario (que ¡oh! es Cesarine) y como venganza y con la intención de recuperarlo atacan y maldicen a sus habitantes.
Louise no encontró un mejor lugar para asentarse luego de huir de su cuestionable madre. Junto a su amiga Coco viven en el tejado de un teatro y mediante tretas y disfraces elaborados roban para poder sobrevivir.
"En ese momento, lo comprendí. La duda, la vacilación, el duelo por un futuro que nunca tendría, también le pertenecían a ella. La arpía había desaparecido. Ahora, solo había una mujer. Y era pequeña. Y estaba asustada. Y era fuerte."
Lou es un personaje desvergonzado, con un carácter fuerte, impaciente, una mujer capaz de cuidar de sí misma, es como un sol que con sus comentarios llenos de groserías te alegra el día. Me costó adecuarme a su ritmo, entender que rompía los esquemas de una sociedad tan limitante, que era indomable. Estoy acostumbrada a leer protagonistas sumisas, que en vez de imponer sus ideas se obligan a sí mismas a comprender y aceptar. Louise no es así, ella se impone sin miedo.
Pero aunque es una mujer astuta e inteligente, hay cosas que escapan de sus manos. Como las circunstancias que llevan a que se case con un chasseur.
"Cada aspecto de Reid era preciso, certero, cada color en su lugar. Nunca preso de la indecisión, veía el mundo blanco y negro, sin sufrir lo grisáceo y lo desordenado del medio. La ceniza y el humo. El miedo y la duda."
Reid Diggory, el capitán de los asesinos de brujas, es un hombre autoritario, cuadrado, pero amable, muy amable. Este aborrece a las brujas y su motivo de existir es eliminarlas; ciegamente fiel al arzobispo, el hombre que lo acogió y crio bajo principios machistas y excluyentes, básicamente es su figura paterna. Reid me encantó, tiene un corazón noble, respeta los silencios de Lou y es muy chistoso cada vez que Louise lo hace avergonzar, contrario a lo que se ve en un principio, las leyes de la vida de Reid no se simplemente en las palaras de la biblia, sino en un esencia mucho más piadosa de la que los hombres le dan. Mas, también me estresó mucho, aún con lo que acabo de mencionar, sus principios están muy influenciados por el arzobispo, lo que causa más que un problema para nuestra querida protagonista.
"Sus dedos pequeños y cálidos presionaron los míos. Alcé la vista y encontré unos ojos azules verdosos penetrantes. Más azules que verdes. De acero. Reflejando el agua férrea del Doleur. Ella tragó saliva y asintió de un modo casi imperceptible."
Ahora pasemos a la parejita dinámica que hacen estos dos, porque realmente me encantan. No se amaron desde el principio, claro está, pero se respetaron y acompañaron todo lo que se permitieron. Su romance no es precipitado, se da de a poco pero en cada interacción ves una tensión simplemente abrasadora, su química es como un fuego que de apoco toma fuerza y quema todo. Cuando se permiten quererse, todo se llena de flores y olores preciosos ¿Qué significa eso? Que vamos a sufrir.Porque sí. Uno sufre mucho.
Hay un sinfín de escenas de tensión, de traición, de incertidumbre. El libro te hace llorar al ver todo lo que se esfuerza Lou por luchar y mantenerse viva en esa sociedad altamente machista donde ser mujer es un peligro. Llega un momento donde la ves sin máscaras, ya no es la Lou llena de desconfianza que ponía barrera sobre barrera en su corazón; en un momento la vez indefensa, dispuesta a ser sincera con todos y consigo misma. Y duele.
Mucho más si le agregamos el hecho de que se narra desde el punto de vista de ambos.
Alejándonos de nuestros protagonistas, los personajes secundarios también son dignos de destacar. No se menciona mucho sobre el pasado de cada uno, no se ahonda en su historia ni nada parecido, mas estos sí aportan a los hechos o simplemente significan un apoyo para nuestros protagonistas... o no. Coco, la mejor amiga de Louise, la acompaña a donde vaya, es una amiga fiel y protectora. Una mujer que conoce su potencial y lo utiliza, pero que también es muy consciente de sus deficiencias.
Y Ansel, mi querido Ansel.
Pequeño e inocente, te enternece leerlo y lo amas desde el primer momento. No me decepcionó en ningún momento, es un fiel compañero que bajo ninguna circunstancia falla.
En fin, Asesino de brujas está recomendadísimo. Un libro atrayente que te absorbe y te mantiene entretenida con sus agudos diálogos, junto a un romance prometedor que te envuelve y engancha con la incertidumbre si será posible que nuestros amantes tengan su final feliz.
Ahora solo debo vender otro órgano para poder comprar el libro dos y tres para ver si la trilogía sigue con la vara tan alta como la dejó el primer tomo.
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